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Estimados socios de Semur:

En estos últimos meses he formado parte del equipo consultivo para el proceso de elaboración de los nuevos programas para la Enseñanza Media Superior (EMS). He participado en representación de Semur, luego de que nuestra Comisión Directiva aceptara la invitación que, a tales efectos, nos hiciera la presidenta de ANEP. En este equipo consultivo había delegados de muchas instituciones de relevancia nacional, públicas y privadas, no solamente vinculadas a la educación.

La tarea del equipo consultivo no fue la elaboración de los programas en sí, sino dar opiniones sobre lo que los equipos de redacción compartían con nosotros, para enriquecer los borradores.

No pude participar en el primero de los tres encuentros de trabajo a los que fuimos convocados, pues ya tenía un compromiso agendado antes de recibir la invitación. 

En el segundo encuentro se hizo una presentación teórica de la estructura y criterios generales metodológicos sobre los cuales se está construyendo la propuesta curricular. También se presentó el informe de una investigación liderada por Unicef sobre las características e intereses de los jóvenes uruguayos destinatarios de la EMS. 

A continuación, sobre el final del segundo encuentro, nos encontramos con los diversos equipos de redacción de los programas. En esa ocasión, yo fui el único integrante del equipo consultivo que se reunió con el equipo de Matemática. Durante el encuentro tomé contacto, por primera vez y muy rápidamente, con algunos de los borradores de los programas. Tras esa impresión a primera vista, compartí con el equipo las reflexiones que me provocó. La instancia de trabajo fue muy amena, reinó una actitud proactiva y una gran apertura al diálogo. Mi devolución estuvo centrada en la necesidad de revisar cómo se estaban planteando, estructurando y detallando los contenidos matemáticos, para virar haciendo un enfoque más flexible y que dé más libertad de acción al docente. 

Unos días antes del tercer encuentro me reuní con quienes estaban trabajando en los programas propios de la DGETP, para conversar y reflexionar juntos sobre el rol específico de la matemática en la educación técnica, particularmente sobre la tensión que se genera entre los beneficios utilitarios de la matemática y los que son más cognitivos.

En el tercer encuentro se contaba con las versiones preliminares de todos los programas. El tiempo de trabajo era muy corto como para leer y opinar detalladamente sobre los documentos, por lo cual mi intervención se redujo a compartir las impresiones causadas a partir de la lectura rápida de varios de los materiales. Primeramente, destaqué que valoraba cómo se veían reflejadas en las nuevas versiones las conversaciones mantenidas en el encuentro previo. Un cambio notorio fue la reorganización de los documentos, aprovechando el bloque de sugerencias metodológicas para ofrecer más detalle de los contenidos matemáticos involucrados. Valoré muy positivamente el espíritu general del texto que describe cómo se debería concebir la educación matemática en esta etapa de la educación de los jóvenes. Manifesté que me había resultado confusa la redacción en general, tanto en la formulación de las competencias específicas como en las menciones a contenidos matemáticos particulares. Expresé que convendría ser más cuidadosos en el tratamiento de los contenidos matemáticos, e incluir ejemplos alineados con el planteo pedagógico sobre la educación matemática.

Entiendo que vale la pena manifestar que también expresé al equipo mi preocupación por que ellos hayan tenido que realizar esta tarea en tan poco tiempo y sin un apoyo técnico específico (que podría haberse dado, por ejemplo, con la inclusión de otros integrantes especialistas en el tema o disponiendo de más tiempo para estudiar y formarse), dado que –a mi parecer– en estas condiciones no es posible la creación de un conjunto de programas de calidad.

Con ese tercer encuentro finalizó el trabajo de los equipos consultivos. Los equipos de redacción remitirían sus versiones de los programas a fin de julio para continuar con el proceso que las autoridades competentes dispongan.

Quiero dejar claro que, desde un principio, expresé al equipo de redacción que mis aportes y opiniones eran dados a título personal, sustentados en mi experiencia y formación, y no necesariamente representativos del sentir de todos los socios de Semur. 

Deseo, honestamente, que Semur pueda seguir buscando y aprovechando oportunidades para aportar significativamente en la educación matemática de nuestro país, tal como los plantean nuestros estatutos. Esa fue mi motivación en este proceso, espero haber cumplido satisfactoriamente con la tarea encomendada.

Prof. Fabián Vitabar
Presidente de Semur